lunes, 13 de octubre de 2008

Sergio García: "Me gusta más marcar goles que darlos"

Sergio García apuesta por jugar "arriba", si fuese necesario, pese a llevar "tres años en las bandas" · El catalán asegura que el Betis no se pegará un batacazo "como el del Zaragoza".
Sergio García de la Fuente (Barcelona, 09-06-83), criado en las casas humildes del barrio del Bon Pastor, creció con balón en los pies. Su padre, de la misma promoción que Carrasco, Fradera o Pedraza, siempre vio en su menudo vástago al futbolista de élite que él no pudo llegar a ser. Y, con su apoyo, éste sí lo consiguió. Siempre fue un goleador, aunque últimamente se alejó de la portería y se hinchó a darlos. Pero sabe que en el Betis éstos escasean y no se esconde, aunque tampoco es que se reivindique de palabra como el goleador de otrora. Quizá lo haga sobre el césped.
-Es usted el máximo goleador de las categoría inferiores del Barcelona. He leído incluso que llegó a marcar 969 goles. ¿No son demasiados?
Tantos seguro que no, pero marqué unos cuantos. La verdad es que no sé la cifra exacta, pero sí que fueron muchos y que alguna temporada anduve por los 50 goles o más.
-Pues imagino que sabrá que el Betis necesita con imperio un goleador.
Sí, está claro, aunque en los últimos partidos el equipo ya ha hecho goles. Hay que ir poco a poco y, además, pienso que es una tarea a solventar con la ayuda de todos. No siempre va a marcar los goles el mismo jugador.
-Tengo entendido que a usted le gustaba jugar en punta. ¿No se está desmarcando?
No. A mí siempre me ha gustado jugar ahí, arriba. Lo que ocurre es que en los últimos años me han ido probando en otras posiciones y, la verdad, ahora estoy contento de jugar donde sea.
-Y ahora me dirá, como en su día dijeron otros, que le satisface más dar pases de gol que marcarlos, cualidad que, por cierto, también ayudó mucho a encumbrarlo en el Zaragoza.
A mí me gusta marcar los goles, eso que quede claro. Pero también disfruto viendo cómo lo marcan los compañeros, y si encima es gracias a un pase mío, pues me resulta aún más bonito.
-No sé si decir acomodado, pero no lo veo reivindicando en el Betis esa plaza de delantero centro que tantas glorias le dio cuando niño.
Es que llevo ya tres años en las bandas y ahora juego menos arriba, pero me siento muy cómodo ahí y desde siempre me ha gustado. La verdad es que no me importaría volver.
-En el mundo del fútbol se recela mucho de los llamados futbolistas con padre. A usted, sin embargo, el suyo lo ayudó mucho y, no en vano, es campeón de Europa con España. ¿Qué piensa de esto?
Mi padre ha estado encima de mí desde pequeño, en los momentos buenos, ésos de la selección y otros, y en los malos. Para mí, sentir de cerca el apoyo de mi padre y de mi familia es muy importante. Aquí vivo solo, pero él siempre viene a los partidos.
-Por cierto, Del Bosque ha mantenido el grupo y usted ha sido de los pocos que ha se ha caído de la selección nacional, quizá porque era de los más nuevos. ¿Le dolió?
A mí siempre me ha gustado ir con la selección y, lógicamente, me encantaría poder regresar para ayudar. Sé que las cosas están difíciles, pero voy a trabajar con el Betis para volver.
-Cambiemos de tercio. A raíz de su fichaje por el Betis, se escribió que Lorenzo Serra lo rescató de la Damm para el Barça después de su primera salida del club azulgrana.
Eso no fue así. A mí me fichó Oriol Tort, que falleció hace unos tres años y al que siempre le estaré agradecido. Me llevó la primera vez y me rescató después de dos años fuera del Barça. Serra estaba como director del fútbol base azulgrana en aquella época, pero no tuvo nada que ver con aquella decisión.
-Hábleme de otros dos ex entrenadores béticos con los que trabajó la pasada temporada en el Zaragoza, Víctor Fernández y Jabo Irureta.
Víctor Fernández es un técnico que sabe lo que hace y le estoy muy agradecido, porque el primer año en el Zaragoza, con Víctor Muñoz, me costó mucho jugar y, sin embargo, el confío siempre en mí desde el principio.
-Y teniendo que hacerle sitio junto a Oliveira y Diego Milito.
Sí. Me puso a jugar pese a que había gente de mucha calidad arriba. Fue valiente al apostar por mí y lo valoro.
-Nos dejamos atrás a Irureta...
No sé qué explicarle de él...
-¿Quizá era muy blandito?
La verdad es que no aprendí mucho de él.
-El que es un sargento es Marcelino, ¿verdad? A usted lo invitó a abandonar un entrenamiento por darle tres toques al balón en un ejercicio en el que sólo se le podían dar dos.
Eso no es así. Hay gente en Zaragoza que se inventaba las cosas, y no lo digo por los periodistas en general, pero allí ocurrió. Aquel incidente fue por hablar con un compañero.
-Pues hablemos algo más del Betis. El equipo se ha reforzado bien y va último. ¿Puede ocurrirle como al Zaragoza?
No. Este equipo está jugando muy bien y los futbolistas estamos muy involucrados en el equipo. Sabemos, además, que hemos jugado con los equipos más fuertes y por ello nos ha sido más difícil. Pero ahora, poco a poco, estoy seguro de que vamos a escalar posiciones.
-¿Y usted se veía jugando en Segunda cuando el Betis lo firmó ya en septiembre?
Yo sabía que en cualquier momento podía salir y lo tenía todo hablado con el club. Los directivos lo veían bien y así fue. Lo malo es que llegué a desesperarme porque todo se hizo en el último día, la verdad.
-Primero con el Levante y luego con el Zaragoza... Aunque tuvo la suerte de esquivar el jugar en Segunda, ¿qué es lo peor de un descenso?
Con el Levante resultó muy difícil mantener la categoría; era un recién ascendido y eso se notó. Ahora, lo del Zaragoza me sentó muy mal. Teníamos gente de mucha calidad y se invirtió mucho dinero en el equipo. Fue complicado y muy duro asimilar ese descenso.
-Pero el Betis se salva, ¿no?
Tengo claro que ya vamos a empezar a sumar puntos y a salir hacia arriba.
-¿Y entonces?
Eso ya se tendrá que ver poco a poco, una vez que salgamos de la zona de abajo. Entonces será el momento de ir partido a partido y cuanto más arriba lleguemos en la clasificación, mejor.
-Recuerdo, en la temporada 05-06, un 4-3 del Zaragoza al Betis en La Romareda. ¿Qué me dice de su partido y de su gol, quizá el mejor que hizo?
No creo que fuera así. La temporada pasada hice partidos mejores que aquel día, aunque aquél fue muy bueno. Pero mi mejor gol se lo hice al Sevilla en Nervión, desde el mediocampo, dos meses después de jugar frente al Betis aquel partido y días antes de la final de Copa del Rey que perdimos frente al Espanyol.
-¿Sabe quién marcó en el partido que le acabo de referir los tres goles del Betis?
Sí. Dani.
-¿Y qué sabe de él?
Pues que fue un delantero importante del Betis, un jugador revulsivo que peleaba hasta el último balón. Y, claro, que marcó el gol que le había dado el título de Copa al Betis un año antes de esa final nuestra que perdimos.
-Tengo una curiosidad. ¿Sabe qué es el menudo?
No.
-Por ahí le llaman callos.
¡Ah! Claro. Mi madre los hace muy bien, de cine, y mi abuela...
-Se lo comento porque he leído que le gusta mucho mojar pan en las salsas y que quizá por ahí llegase a Zaragoza con algún kilito de más.
Eso lo hago siempre. Me gusta hacer chusquitos y lo voy a seguir haciendo, aunque no todos los días. Pero para mantener la forma y el peso no tengo problemas.
-He de admitir que lo veo delgadísimo.
El año pasado ya me sentí físicamente muy bien y éste voy cogiendo la forma y ya frente al Madrid me sentí muy a gusto. Fue una lástima no poder jugar en Villarreal por la expulsión, me hubiera venido bien.
-¿Quizá antes le había influido una pretemporada sin saber dónde acabaría jugando?
Lógicamente. Y no ya porque te entrenes sin saber si te vas a quedar, sino porque en pretemporada es muy importante jugar partidos enteros y este verano sólo disputé ratitos o medio tiempo. Cuando llegué al Betis no jugaba un partido entero desde junio, con España frente a Grecia.
Fuente: diariodesevilla.es

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