domingo, 17 de agosto de 2008

La Crónica: Elche CF 0 - Real Betis 3 (XLIX Trofeo Fiesta de Elche)

El Betis se anotó el triunfo en el Festa d’Elx, gracias a dos goles de Mark González y Pavone, ante un Elche que quiso discutirle el dominio del balón pero que casi nunca pudo con el control del juego de los verdiblancos, amparados en un futbolista, Mehmet Aurelio, que ofreció una soberana lección táctica en el Martínez Valero. La nota negativa la puso Edu, quien sufre una rotura fibrilar en el bíceps femoral izquierdo al intentar rematar a bocajarro un centro de José Mari. podría estar un mes de baja por ello.El Betis ha crecido de forma mayúscula en el aspecto táctico. Las coberturas de Aurelio a los centrales y al siempre despistado Ilic permiten que por delante de él sus escuderos, Capi y Emana, den rienda suelta al juego. El camero anda fino y cada día ve más pases que regates, mientras que el camerunés, en su anarquía, empieza a leer algunas situaciones y la mente se le va aclarando ya también lejos del área.El equipo está diseñado para tocar sin mucho riesgo, asegurando el pase con celeridad, y salir al contraataque. Y es de este modo como atisba el área rival tras un saque de esquina rival y una transición feroz de Emana sobre Mark González. El chileno definió como no habían sabido antes José Mari ni Capi, quienes también solos frente a Jaime se habían estrellado en el guardameta ilicitano.Y es que arriba hay movilidad y los desmarques e intercambios de posición entre los delanteros crean inquietud en la zaga compuesta por el veterano David Vidal, pero ese trabajo táctico hay que culminarlo con el talento, con esa técnica individual que permita un buen último pase y un gol, acciones que rara vez son simultáneas en el Betis. Siempre hay un pero en la acción de ataque y el balón acaba en las piernas del contrario, en las manos del portero o fuera de los límites del campo. Y es que la calidad no se ensaya, se compra. Tanto es así que Pavone hubo de valerse de la puntera para anotar el segundo gol, también solo ante el portero. Luego Caffa redondeó el marcador ante un rival ya entregado.Porque el ritmo había ido decreciendo con el paso de los minutos y el Betis, muy sobrio en defensa y borrando el ridículo de la semana pasada en Málaga, se adueñó de la situación y del balón de forma absoluta. No es un equipo para ilusionarse, pero al menos sabe hacer las cosas, juega concentrado y comete pocas niñerías.
Fuente: diariodesevilla.es
Fotografía: estadiodeportivo.com

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